dimecres, 21 de novembre del 2007

Baobab



Ayer al atardecer, en lugar de encerrarme en casa como todos los días, me sentía con ganas de hacer algo distinto y le dije a Diego de ir los dos a cenar fuera.
Decidimos cenar en un restaurante nuevo que hace poco ha abierto un vecino que teníamos. Baobab.
Como sabréis los amantes del Principito, de Antoine Saint Exupéry, baobab es un fabuloso árbol que aparece en el cuento.
El restaurante estaba ambientado con una luz ténue y dos focos potentes que iluminaban un gran póster de hierba de un verde intenso y muy alta, lo cual daba la sensación de que tú fueras una criatura diminuta.
El local estaba vacío y sólo se oía un hilo musical muy suave.
Decidimos sentarnos en una mesa junto a una ventana y en seguida se acercó el camarero para encendernos una velita en la mesa y dos antorchas fuera, en las ventanas.
Todo era muy acogedor y el trato excelente. La situación, bastante romántica y el ambiente invitaba a conservar ese silencio tan cómodo, por lo que nuestras voces tampoco se alzaban en el aire.
El camarero nos trajo las cartas, muy peculiares y originales, encabezadas por un pequeño fragmento del cuento del principito donde aparece Baobab.
Todos los platos parecían muy suculentos y así fue, unas mezclas de sabores, texturas, ... , todo estaba exquisito.
Fue una velada maravillosa y os aseguro que no tardaré en regresar a ese pequeño rinconcito del asteroide B612.